El programa que la Aduana recuperó y que la ubica entre las 18 instituciones del mundo certificadas por la OMA

La Aduana recuperó uno de los bastiones que más orgullo le genera, cuya creación y desarrollo le valió un reconocimiento único entre los países de habla hispana por la por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) y como referente de capacitación regional: la Escuela de Canes K-9 de Boulogne.

Se trata del Centro de Entrenamiento y Formación de Binomios (can y guía), donde se crían y entrenan los perros que complementan las acciones de control de la Aduana, y se capacitan a los aduaneros que eligen esta rama de la actividad. Este programa prioritario de la Aduana es uno de los 18 centros certificados por la OMA en todo el mundo, y uno de los 4 que existen en el continente americano: hay uno en Canadá y dos en Estados Unidos. Actualmente, hay 62 canes en proceso de entrenamiento que se sumarán a los 122 los binomios operativos egresados de la Escuela de Canes de Boulogne, especializados en el combate al narcotráfico y al contrabando de divisas. Están apostados en 27 aeropuertos internacionales del país, 10 de los principales puertos puertos y en más de 70 pasos fronterizos.

En colaboración con el sindicato (Supara), la Aduana recuperó un predio en Boulogne de 17.000 m2 para este centro de adiestramiento. Allí funciona un hotel para aduaneros que llegan del interior que llegan a capacitarse y un un hospital veterinario, con laboratorio y quirófano para intervenciones programadas y el cuidado del bienestar integral del cuerpo de canes de la Aduana. Prueba de la dedicación, pertenencia e identificación de “la Casa) con este programa es que proyecta la expansión de otros 20.000 metros cuadrados, donde gestionan la llegada de más autos y camionetas para las pruebas, contenedores e, incluso, un avión para hacer los adiestramientos lo más realista posible.

Es más, estudian un decreto para que el programa y el centro formativo sean “intocables”. Sucede que la escuela fue creada cuando Ricardo Echegaray estaba al frente de la AFIP y el actual director de Aduanas, Guillermo Michel, ocupaba el mismo cargo, en 2015. Pero en 2016, el entonces administrador federal, Alberto Abad, decidió cerrar la Escuela y cancelar el proyecto, que contaba en Tandil con un centro de cría que apuntaba al mejoramiento genético de las razas elegidas para el control aduanero.

Recuperación

“En 2015 llegamos a tener 298 binomios y luego se cerró el programa. Hoy ya tenernos 128, y el objetivo es lograr la misma cantidad de binomios que tuvimos cuando la administración anterior canceló los fondos para la Escuela”, dijo Michel, en una visita al predio junto con el titular de la AFIP, Carlos Castagneto, y del Supara, Carlos Sueiro, para entregar los diplomas a 6 binomios se culminaron la capacitación y premiar a otros 12 por su trayectoria. “Quiero decirles que no están solos. El trabajo que hacemos es en equipo. Quiero felicitarlos porque el trabajo del aduanero es duro y difícil, pero hay un grupo de trabajo que siempre estará con ustedes. Acá hay un reconocimiento mundial, con premios internacionales y es por eso que vamos a profundizar el trabajo de la Escuela.

Vamos a trabajar en un decreto para que la Escuela no se cierre más”, dijo Castagneto. A su turno, Michel ponderó que el trabajo de “cada guía y cada perro representa menos droga que entró a la Argentina, menos divisas que salieron (o entraron) de contrabando. Siempre apuntamos a proteger el empleo nacional, la industria nacional y, quizás en un lado menos conocido de nuestro trabajo, atacar el narcotráfico. En ese sentido, resalto la política de Estado que ha llevado adelante la Aduana con respecto a los canes: esta tarea tomó fuerza en 2009-2010 y se profundizó en 2015 cuando se inauguraron estas instalaciones”.

Formación y cuidados

Vale la pena destacar que el proceso de formación integral del binomio lleva un año y medio, que contempla el período de madurez del can y el proceso integral para ver si logra adaptarse a las funciones que debe cumplir. El can duerme en la casa del guía y, tras su jubilación, es adoptado por el mismo. La formación de los canes incluye el trabajo de los adiestradores -una formación universitaria de dos años- que combinan juegos de asociación: se impregnan algodones con las sustancias que deberán descubrir, y se recompensa con alimento y juguetes.

Nunca están en contacto directo con las drogas que persiguen “Los canes trabajan en marcación pasiva de lo que identifican: una vez que descubren droga o divisas, se quedan quietos marcando el lugar donde está escondido o el equipaje”, explicaron los aduaneros que, en las áreas operativas de control, complementan con los binomios los controles de los escáneres y trabajan además con “fondeo”, es decir, con especialistas en ocultamiento y en reconocer lugares donde se esconden las sustancias prohibidas.

Veterinarios

Junto con los adiestradores y guías hay un gran equipo de veterinarios, que cuidan la nutrición y las actividades de los canes, que arrancan desde cachorros con el entrenamiento, y hacen todo el seguimiento para verificar si los animales podrán con las exigentes tareas que implica el control aduanero.

El programa cuenta con sedes regionales para el adiestramiento de los canes en función del territorio y el clima: uno en Salta, para la región norte, y el otro en Bahía Blanca para el sur. Hay tres razas principales con las que trabajan -Golden Retrievers, Flat Coated Retrievers y Labrador Retriever, aunque recientemente se incorporó el adiestramiento del pastor Malinois y del Ovejero Alemán. Cada raza es en función del clima en el que se desempeñarán. En Salta, por ejemplo, van a incorporar Border Collie, y en alguna aduanas, además, trabajan canes mestizos.

El hospital cuenta con laboratorio, sala de rayos, de terapia intensiva y quirófano. “El monitoreo es permanente y absolutamente todos los canes son sanos porque hacemos hincapié en la medicina preventiva. Son animales que tienen que estar mucho tiempo en dos patas y subirse a camiones. Si tienen una patología no entran al programa o salen del mismo. Y los reproductores, por ejemplo, están libres de displasia, porque sabemos que es una enfermedad hereditaria”, explicó el anestesista veterinario durante la recorrida.

Reconocimiento

Michel y Castagneto premiaron binomios por su trayectoria y por sus descubrimientos. Por ejemplo, en la sección Courier de Ezeiza, descubrieron 3,7 kilos de la droga sintética fentanilo, ocultas como pastillas que simulaban ser un suplemento proteico. En Buquebús, otro binomio descubrió 121.600 dólares ocultos en la rueda de auxilio de un vehículo que llegaba de Uruguay. “Eran de un futbolista”, deslizaron en la Aduana.

En divisas, también encontraron una colección de monedas y billetes antiguos, de Alemania y Ucrania, de la Segunda Guerra Mundial, e incluso 8,2 millones de pesos en la guantera de un auto que pretendía cruzar a Chile.

En cuanto a drogas, los descubrimientos son prácticamente constantes y crecientes: 70 kg de cocaína en el doble fondo de la cama de un motor home en la terminal de vehículos de Zárate; 57 kg de cocaína en un camión de bomberos que llegaba como donación; 46,8 kilos de pasta base en el paso Posadas-Encarnación, escondidos en los ejes de un camión; 47,5 kilos de marihuana en el doble fondo de una camioneta BMW X6, en Puerto Iguazú…

“El trabajo de los canes es muy difícil de reemplazar, y son un complemento ideal al control humano y de escáneres, que se utiliza en todo el mundo. Es un orgullo haber recuperado esta Escuela y hacerla crecer”, reconoció uno de los guías premiados.